Gastos Comunes: Definición y Consejos
- Los gastos comunes son una parte esencial de la vida en comunidad en cualquier edificio residencial. Pero ¿qué son exactamente y cómo se calculan? ¡Sigue leyendo para descubrirlo!
¿Qué son los Gastos Comunes?
Los gastos comunes incluyen todos los costos necesarios para el mantenimiento y funcionamiento adecuado de la comunidad, así como los relacionados con el uso de algunos servicios específicos de cada unidad.
Estos gastos se comparten entre todos los residentes y/o propietarios del edificio, según lo establecido por la Ley de Copropiedad Inmobiliaria.
Tipos de Gastos Comunes
La ley clasifica los gastos comunes en dos categorías principales:
Gastos Comunes Ordinarios: Estos son los que ya están contemplados en el presupuesto anual, como los sueldos del personal, el mantenimiento de espacios comunes, reparaciones y los costos de servicios como agua, electricidad y calefacción.
Gastos Comunes Extraordinarios: Estos son aquellos que no están previstos en el presupuesto anual, como la realización de nuevas obras comunes o mejoras en las instalaciones.
Componentes de los Gastos Comunes
Los gastos comunes suelen incluir varios elementos, entre ellos:
Gasto Común: Es la parte de los gastos del edificio que corresponde pagar a cada unidad. Se calcula multiplicando la cuota de cada unidad por el total de los gastos del mes.
Fondos de Reserva: Este porcentaje adicional se destina a crear una reserva para emergencias.
Cargos por Servicios: Corresponde al cobro por el consumo de servicios como agua caliente o calefacción, este cobro no aplica en todos los edificios, depende de los tipos de instalaciones que tengan disponibles.
Cargos Particulares: Son los cobros adicionales a una o varias unidades por servicios específicos o multas por violaciones al reglamento.
Multas e Intereses por Atraso: Si una unidad no paga sus gastos comunes a tiempo, pueden generarse intereses o multas hasta que se salde la deuda.
¿Por qué se pagan los Gastos Comunes?
Los gastos comunes son esenciales para garantizar el buen funcionamiento y mantenimiento del edificio. Desde la limpieza de espacios comunes hasta el pago de servicios básicos como agua y electricidad, estos costos son necesarios para una convivencia armoniosa y la preservación del valor del inmueble. Recuerda mantenerlos al día, esto te beneficiará a ti y a tu comunidad.